M3: - Yo vi el patíbulo, escuché la hoja de la guillotina rebanar el aire al caer. Sentí el quejido de las vértebras al colgar el peso muerto del cuerpo desde la horca. Recuerdo el suelo cubierto de ruedas, cepos, barras candentes y picotas. Esqueletos tendidos y olvidados espantosamente maniatados a las ruedas de torturas. Hornos, cabinas de gas, sillas eléctricas. Sarcófagos y jeringas letales. Caballos exhaustos de jalar cuerpos mutilados. Hogueras, gotas, picanas y cruces. Todo lo vi. Ahora puedo recordarlo. Y ahora que lo recuerdo quisiera olvidarlo, pero no puedo. Suplicios y castigos del hombre. Por y para el hombre. El alma anestesiada ante tanto dolor. (...) Pero nada, nada de lo que presencié se asemeja a ésta realidad. A la de éste hoy. A la de éste presente sin sol, sin fieras indomables en búsqueda de lo minúsculo, de lo esencial. Es contradictorio. Lo que me da fuerzas para seguir con ésta misión, es a su vez, lo que me angustia y abate. Porque si acaso ésta es nuestra misión, debemos de llevarla a cabo... cueste lo que cueste...
1 comentario:
Aquí el cadalso,
allí el pueblo y su murmullo,
toda mi raza ya lo conoce,
de nada de esto y me asusto,
y entre sonoras carcajadas,
a vuestro rostro yo lo escupo.
Es tan necesario revelarse como mantenerse vivo...
Publicar un comentario